
El secreto esta en ser independiente.
Poner al corazón y el alma en modo hermético para que cualquier culo pueda revolver tu interior, para que cualquier pedazo de piel haga que las vertebras de tu cuello chasqueen a su paso. No es tan difícil. No hay siquiera que ser romántico ni intentar serlo.
Bueno, a veces si. Reconozco que en ocasiones he necesitado de mis dotes persuasivas para bajar el “ocupado” en mi cama o en cama ajena, pero no es lo normal. Las mujeres necesitan sexo como cualquier de nosotros, aunque no lo aparenten; sólo tienes que llegar al punto de ruptura, el punto de no retorno: cuando una mujer te mira de esa forma, cuando una boca se muerde un labio, cuando una mano te coge el brazo y lo retuerce… entonces has llegado.
Y llegar hasta allí a veces es cuestión de tiempo o moral. O las dos cosas a la vez. A las mujeres, y a muchos de nosotros, les es difícil aceptar, sobre todo
interiormente, que el sexo forma parte intrínseca de su vida. Es más fácil que una mujer compre un vibrador por internet que acepte que necesita sexo. Que necesita una ración de sentimientos básicos cada poco tiempo.
La moral sibilina es el primer “stopper” del sexo. El segundo es el tiempo: en la primera cita no puedes follar. ¿Puedes? ¿Debes? Soltar el deseo y poner la moral en remojo la primera noche es propio de una mujer ligera, que es justo lo que nosotros, los hombres, perseguimos en unas faldas. Que la moral se la dejen colgada del perchero junto con las bragas.
Mientras Lucia llevaba rato haciendome una mamada pensé en el hecho de tenerla allí. Acariciaba su pelo y obsevaba su espalda medio tirada en la cama.
Era bella, muy bella. Seguramente era una de esas mujeres con las que me hubiera gustado mas que compartir cama y látex. Y sus artes amatorias eran dignas de postgrado.
La miraba. Me fije en cómo sus finas manos agarraban mi polla. Sus uñas perfectamente cortadas y pintadas. Manicura francesa para mi fruición.
— Mirame, Lucía.
Lucia levantó la cabeza sin soltar mi miembro. Sus ojos eran grandes y vivos.
Me miraban esperando ver el deseo en los míos mientras no dejaba de chupar otra vez. Exploré sus orejas, sus perfectos hombros. Su cintura se montaba encima de dos largas piernas con un incipiente vestigio de celulitis que me ponía aun más. Olía bien, y tenia su tanga en la mano mientras no paraba de hacerme sudar. Y sudaba. Llevábamos mas de dos polvos revolcados de placer.
— Lucía, me vas a hacer correr otra vez. ¿ Lo sabes?
Su cabeza volvió a levantarse mientras note que aceleraba. Y me aceleraba. Y dejé de pensar para centrarme en mi pulso, y mi impulso. Y apreté aquella preciosa contra mi desde su pelo. Debia utilizar acondicionador seguro, después de dos polvos era imposible que estuviera así, más con lo que me gusta agarrar el pelo en ocasiones horizontales.
Estallé. Y mientras me corría y mis espasmos me recorrían como un muelle, Lucía se aparto dejandolo todo perdido y encontrando su pecho por el camino.
No pude hacer otra cosa que abrazarla fuerte.
Eran pasadas las 7 de la mañana y el sol empezaba a filtrarse por las cortinas. El olor había cambiado pero su boca seguía allí. Y sus besos.
— Me tengo que ir Hank .- dijo mientras me besaba yendose.
Me gustó encuadrar la imagen, mis sabanas, mis piernas, su cuerpo y nuestras sombras. No quería que se fuera.
— No te vayas. Llamo a tu oficina y les digo que estas enferma .- dije mientras intentaba agarrar sus manos.
El portazo sonó triste pero su olor me quedó esparcido por la casa, por la
habitación, por la cama…
Me encanta! Eres un genio describiendo cada palabra que todos pensamos en algún momento pero pocos se atreven a decir. Soy muy fan de como escribes!!
Muchisimas gracias!!! Eres una crack!!!
Uffffffffffffffffff me encanta 😍 , fan de tus escritos, me fascinan 🤤🤤🤤🤤🤤
Bello…
Gracias!!!!
Página 15 de “Diarios de amor de un pervertido”, conoces al autor no?
Sí, de algo me suena jajaja. Gracias!!!!
Por cierto, gracias por comprar el libro! 😉
Leerte es un placer, imaginar lo que leo ya ni te cuento.
Gracias por escribir así.
Gracias a ti por leerme!!!
Hermoso relato! Como siempre.
Muchas gracias Jimena!!!!
Igual hasta dibujo la escena… me ha gustado
Dale!!! Yo encantado, ya lo sabes!
Con cada una de esas palabras, creando ése momento, haces que nos sintamos “Lucía” y también que nos sintamos cómo “Hank”…en cada piel
De transmitir, de eso se trata. Gracias!!! 😉
Wowww
😉
No todo el mundo tiene la habilidad de traspasar letras, de teletransportarte al lugar que describe, a hacerte sentir lo que él decide que sientas. Eres Lucía, María o quien sea, le miras, le sientes y al final, sin darte cuenta, has estado todo el relato en esa habitación hasta tal punto, que se te eriza la piel. Eso Hank lo
hace y muy muy pocos (por no decir casi nadie) sabe hacerlo. Maravilla, como SIEMPRE.
Muchisimas gracias bonita!!!!
Que rico