
Me apetece bajarte las bragas A. Creo que la frase sonó varias veces en mi cabeza antes de que resonara en mi habitación.
A. había vivido en sus pupilas pero en su piel los años de deshacían. Las curvas de sus caderas mientras se giraba, tratando de bajar sus pantalones arrancaron lo más básico de mi.
Sus hombros relucían, hubiera querido escribir en su espalda mientras me acercaba.
— Me apetece bajarte las bragas A.
Mientras giraba el cuello y sonreía no podía quitar la vista de su culo. Me apetecía morderla y cuando ya estaba justo detrás suyo y mi boca arremetía contra el insigne hueco entre su cuello y su espalda agarré sus nalgas con fuerza.
— Voy a tener que ponerte contra la pared, y tu tanga es demasiado pequeño para impedirlo.
— Vas a ponerme contra la pared, y mi tanga no impedirá nada– dijo mientras echaba las manos hacia atrás y pegaba mi dura entrepierna a su culo.
Parecía dura, pura lima por fuera pero derrochaba luz su interior. Cuando me hablaba clavando esos ojos en mi derretía mis sentidos. Su piel soleada se fundía con su pelo donde empezaban sus hombros y acababan sus curvas : hubiera querido deslizarme todas sus noches y todos sus días.
Olía bien, y sus manos largas atraían. Me atraían.
La pegué contra la pared mientras las respiraciones se aceleraba y su cuello se ofrecía franco.
— Te deseo, A…
— Me gusta que me desees. Fóllame ahora…
No pude dejar que acabara la frase antes que su cuerpo estuviera pegado contra la pared y mi respiración sentenciara su sexo. Su tanga resbalaba entre mis manos y al apartarlo noté lo mojada que estaba.
Follamos. Follamos. Sudamos y dejamos que la pared aguantara todo el peso de las embestidas. Sus pezones acariciaban mi póster ochentero de Tomate Heinz mientras agarraba sus caderas deseando estar entero dentro suyo.
Gemía y cada uno de sus aullidos no hacía mas que sacarme de dentro lo animal que me volvían sus piernas, su culo y ese cuello que movía de lado para que pudiera ver su cara y sus ojos clavándose en mi.
— No voy a poder aguantar mas .- dije mientras no podía dejar de tirar de su pelo y lamer su cuello.
— No quiero que aguantes mucho mas. Fóllame Hank, ahora.
Recuerdo estar sentado junto a ella en el suelo. sus piernas abiertas y mi cabeza recostada en su pecho. El olor a sexo, su sabor, su olor y cada uno de sus líquidos tirados por aquel metro cuadrado de pasillo. M fumaba tabaco de liar mientras miraba otro de mis cuadros.
— Deberíamos follar junto a ese Van Gogh, Hank. Me gusta el azul y las estrellas.
Deberiamos follar en cualquier sitio que quieras, pensé. Mientras besaba su cuerpo recordé las ganas que tenia de ella, de su cabeza; de follarme su cabeza, de poseerla entera.
Y me perdí.
Me encanta, no puedo decir más.
Increíble…🔝🔝
Joder, Hank! Sublime!
Y me quieres decir cómo me pongo yo ahora a currar en unas mediciones para un proyecto de 7 edificios? 😂
(Descentramiento nivel máster del universo)
Espetacular.
Relato que transporta, sexy, sublime, pasional.
Creo que me enamoré de vos!
Vaya .. uff mejor que 50 shades of grey…
Hhhhmmmm…. francamente delicioso… se puede visualizar y sentir taaaan fácilmente… grandeeeee Hank!!! Petonarros infinits
Al cielo!!
¡Deliciosamente excitante!
Nos diste nuestro deseo que te pedimos ayer en el directo….sin palabras…sin aire…. sentido…erotismo..
Magia….
Que rico !!!! Delicioso
Como se hace para que te follen asi ?